Este Centro Cultural ocupa el viejo inmueble de las Escuelas
Nuevas, que es ese gigantesco edificio de color blanco y rojo que se aprecia al
girar en la curva de “Nava la Higuera” (Navalajiguera),
una vez que El Pedroso se nos muestra ante los ojos cuando llegamos a él por
carretera.
El edificio fue construido a principios de la década de los años treinta del siglo pasado por el
arquitecto D. Aurelio Gómez Millán, cuñado
del célebre Aníbal González, y ha visto pasar por sus aulas todas las generaciones
de pedroseños hasta el año 2010, fecha en la que cesó la actividad docente en
el mismo, si bien en los últimos años, y por deficiencias graves en la
estructura, las clases se impartieron en el patio en caracolas instaladas al
efecto.
Totalmente rehabilitado, el edificio reparte el contenido
expositivo entre dos plantas. En la planta baja se ha conservado la estructura
de una de sus viejas aulas, y en ella se muestra el perfil geológico de la zona
y se hace un recorrido por el pasado minero de El Pedroso y el fracasado
intento de industrialización siderúrgica, pues, cabe recordar, que El Pedroso
contó con uno de los primeros altos hornos de España y de sus fundiciones
salieron, entre otros, los hierros empleados en la construcción del puente de
Triana o la rejería de la Fabrica de Tabacos, ambos en la ciudad de Sevilla. Asi mismo, la calidad de los productos fabricados en El Pedroso era tal, que consiguieron distinciones honoríficas en las exposiciones internacionales de Londres, Paris y Viena que tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo XIX, lo que les proporcionó gran fama a nivel nacional. Esta primera sala está dedicada al militar de artillería e ingeniero, Francisco Antonio de Elorza, que fue director facultativo del proyecto fabril. En
esta planta baja, y a continuación, se encuentra la biblioteca “Editor José
Manuel Lara Bosch” que sustituye a la vieja biblioteca del pueblo. Finalmente, un tercer espacio está dedicado a la obra
de Gertrudis Gómez de Avellaneda y a su vinculación con estas tierras. El pasillo de esta primera
planta se completa con una exposición fotográfica de viejos alumnos, profesores
y actividades del extinto colegio.
La planta alta del edificio sorprende, no ya por su contenido
expositivo, si no porque en la rehabilitación han tenido la lucidez de
recuperar, y dejar al descubierto, la estructura de madera y los muros que
soportan la techumbre del edificio. Esta planta alta consta de dos salas: una
primera, magníficamente documentada, amena en su recorrido y muy didáctica,
dedicada a la historia de la escritura y que introduce en la evolución de la
misma a través de las distintas culturas. Finalmente hay un
espacio dedicado a la editorial Planeta y a todos los Premios Planeta. No hay
que olvidar que el fundador de la editorial era de El Pedroso.
Este es, sin duda, el proyecto más interesante que he conocido en
mi vida para El Pedroso. Es un proyecto ilusionante nacido de los propios
pedroseños y que puede situar al pueblo en el mapa cultural de España si se
consiguen los objetivos marcados y los intereses de políticos y partidos, así
como los egos personales, permanecen al margen. Conseguir la declaración de El
Pedroso como Ciudad del Libro es fundamental para que este incipiente proyecto
perdure en el tiempo y nuevas generaciones de pedroseños puedan formarse
inmersas en un espacio cultural y natural único. ¿Alguien da más?
Por todo ello, a los que sois
de por aquí cerca, o a los que os acerquéis alguna vez por estas tierras del
sur, no dejéis de visitar el Centro de la Cultura Escuelas Nuevas de El
Pedroso, os sorprenderá, estoy seguro. Al tiempo, podéis conocer, recorrer y
disfrutar un bellísimo pueblo andaluz situado en pleno corazón de la Reserva de
la Biosfera “Dehesas de Sierra Morena” y del Parque Natural Sierra Norte de
Sevilla. Por cierto, todo un paraíso lleno de magníficos escenarios para la fotografía.
Planta segunda. Historia de la escritura