domingo, 21 de julio de 2013

ZAMPULLIN CUELLINEGRO (Podiceps nigricollis)

  Este año localicé en una laguna sevillana una pareja de zampullines cuellinegros. Logré algunas fotos del cortejo y de la pareja copulando, pero en cambio, y a pesar de tener controlado los días de eclosión de cada uno de los huevos, fue imposible poder obtener una sola imagen de los adultos con los pollos al lomo, ya que se volvieron bastante esquivos y comenzarón a frecuentar zonas de la laguna a las que era imposible acceder.
  No obstante, la pareja ofreció días de actividad fotografica intensa, lo que hizo que se pasaran algunas jornadas gratas e interesantes, y todo ello a pesar de los "malditos" mosquitos.
  Os muestro algunas fotos de las obtenidas.


 











lunes, 10 de junio de 2013

UNA COSTA DE ROCA Y CANTIL

  Desde el cabo de San Vicente, uno de los lugares europeos más a occidente, hasta el pequeño estuario que forma el rio Mira en su desembocadura, se extiende, a lo largo de todo el litoral atlántico continental portugués, por las regiones del Algarve y del Alentejo, uno de los espacios naturales mas espectaculares y sobresaliente, no ya de la Península Ibérica, si no de todo el continente europeo.
  Se trata de un territorio litoral, integrado dentro de los límites del Parque Natural do Sudoeste Alentejano e Costa Vicentina, configurado por una costa tallada por la furia de los vientos y la fuerza de las olas que han logrado, ambos, modelar un paisaje salpicado de bellas, encantadoras y coquetas playas bajo la protección de colosales acantilados, que en ocasiones llegan a alcanzar alturas de vértigo, desde los que la vieja Iberia se despeña sobre el océano para hacerse mar infinita.

 
En los confines de la Europa continental, el cabo de San Vicente exhibe, como carta de presentación, un paisaje de ensueño formado por acantilados donde el sonido atronador del agua al romper contra la roca y el viento, son sus constantes
 
 
 Con escasos servicios turísticos, que la retrotaen casi a la virginidad, y bastante alejada de los núcleos de población, la playa de Cardoama se resiste a la explotación salvaje a la que está siendo sometido el litoral peninsular.

 
La belleza salvaje de este litoral adquiere cotas de grandeza en los acantilados de Arrifana, en el concejo de Aljezur, todavía en el Algarve. Aquí, la costa, al norte de Punta Arrifana, se rompe en mil cantiles, y al sur, acoge una bellísima playa para deleite de surfistas. 
 
Azenha do Mar es una población perteneciente a la freguesia de Sao Teotónio, concejo de Odemira, que vive de los recursos que le ofrece el Atlántico, especialmente las algas. Un pequeño y abrigado portinho da cobijo a su minúscula flota pesquera.
 
La playa de Zambujeira do Mar se extiende sobre un pequeño arenal formado por la desembocadura de un arroyo y protegido por altas paredes de roca que dotan al lugar de un encanto y una belleza singulares.

Las fuerzas colosales de la naturaleza se ponen de manifiesto en las formaciones que salpican por doquier la playa de Zambujeira do Mar y que evidencian las convulsiones geológicas que en tiempos tuvieron lugar en la zona.

En el cabo Sardao el acantilado rocoso domina el paisaje alcanzando cotas de belleza inigualables. Aquí la roca se manifiesta de mil formas distintas y las pizarras muestran cicatrices estratigráficas dispuestas en cualquier dirección. 

Sobre los altos acantilados del cabo Sardao viven las únicas cigüeñas marineras del mundo. Cigüeñas de espuma y de sal, cigüeñas de mar, que han elegido la cresta de estos cantiles para ubicar sus nidos de cara al océano.

En la desembocadura del rio Mira, en la localidad de Vila Nova de Milfontes,  las playas de fina arena y las dunas litorales ponen fin, por el norte, a la costa escarpada y rocosa.


viernes, 17 de mayo de 2013

LA JAROSA. USOS Y APROVECHAMIENTOS

  Desde antiguo distintos usos y aprovechamientos han estado tradicionalmente ligados a La Jarosa, destacando sobre todos ellos, sin duda alguna, el aprovechamiento ganadero, bien con ganado vacuno o caballar; dicho aprovechamiento representa para muchos pedroseños una fuente importante de ingresos para sus economias. 
  Le siguen en importancia los aprovechamientos forestales del corcho, frutos y leñas. 
  En la actualidad los usos cinégetico y piscícola están siendo muy demandados socialmente, al igual que el uso recreativo y lúdico que está estrecha e historicamente ligado a la finca, favoreciendo con ello al mantenimiento de tradiciones como las jiras del domingo de Resurrección. 
  La recolección de espárragos y setas son actividades que suelen llevarse a cabo en la finca.

La explotación de vacuno retinto ha sido siempre el gran aprovechamiento de la Jarosa, finca que no se podría concebir sin la presencia de vacas en la misma. El ganado pastando bajo el musical repiqueteo de los cencerros es una de las imagenes más bucólicas que se pueden observar en la finca, y que permanecerá eternamente en la memoria de quien haya podido contemplarla.

La calidez de algunos amaneceres otoñales permite que se produzcan secuencias como la que muestra la fotografía; en ella se puede apreciar un ternero junto a su madre, recortandose la silueta de ambos sobre la loma de “Las Majaillas”.

Actualmente muchas de las labores de descorche se han modernizado, favoreciendose con ello la utilización  de la tracción mecánica en detrimento del uso de caballerías, hecho este que se ve favorecido por la suave orografía del terreno.

A pesar de que los medios mecánicos se van imponiendo poco a poco en las tareas relacionadas con la extracción del corcho, hay labores donde la mano sabia y experta del hombre es imprescindible, como ocurre en el descorche propiamente dicho.

Si tradicionalmente el aprovechamiento ganadero vacuno en la finca ha estado basado en la explotación de la raza retinta, en la actualidad se ha impuesto de forma clara y preocupante el cruce retinta+limousin, ello ha llevado consigo un alarmante empeoramiento genético de la raza y la total desaparición de la estirpe o linaje “jarosero”.

La recolección de setas es una actividad muy extendida en la finca, donde se recogen especies que gozan de gran predicamento entre los pedroseños. En la imagen, ejemplares de Boletus aereus, conocido localmente como faisán de alcornoque.

La caldereta o el arroz son los platos más frecuentemente utilizados como viandas en las jiras del domingo de Resurrección en La Jarosa, aunque un buen tocino preparado en las ardientes brasas que proporciona la leña de encina, nunca puede faltar.


viernes, 22 de febrero de 2013

FLORA DE LA JAROSA

  Después de una buena otoñada, y cuando las lluvias primaverales hacen acto de presencia, el tapiz verde que cubre el suelo comienza a adornarse con una alfombra infinita de variados colores que dan una nota característica a lomas y cerros, sobre todo, cuando el crecimiento de las plantas le gana la partida a la voraz lengua de los animales.
  Debido, tanto a la superficie como a la orografía de la finca, lo que configura distintas exposiciones, altitudes, suelos, etc., en La Jarosa se pueden encontrar una variedad notable de  pequeños hábitats, siendo colonizado cada uno de estos microespacios por especies con requerimientos diferentes, convirtiendo este territorio en un auténtico mosaico vegetal cuando las condiciones son favorables.
  Aunque la presencia en la finca de encinas, alcornoques o acebuches, es mayoritaria sin lugar a dudas, en este post solo se hará referencia a plantas vasculares angiospermas arbustivas y herbáceas, es decir plantas superiores con flores que no son árboles, mostrando solo aquellas que por su rareza o belleza puedan ser consideradas especialmente singulares.

  La aulaga o abulaga (Genista hirsuta), es una leguminosa muy abundante en la finca que ocupa grandes extensiones asociadas a suelos escasos y con exposición de solana. Es una especie que revela la existencia de suelos con abundancia de ganado y que han sido deforestados o degradados en exceso.

   
La dedalera (Digitalis purpurea) se encuentra normalmente en claros de bosques, márgenes de caminos y taludes, terraplenes, etc., y casi siempre en terrenos húmedos y silícicos. En la Jarosa se localiza una población estable en “Los Cos” y la “Umbría del Quejigal”.
 
El rábano silvestre (Raphanus raphanistrum) es una especie que crece asociada a bordes de caminos, sendas o veredas. Suele encontrase con cierta frecuencia en aquellos espacios en los que se halla al amparo del acoso del ganado.

La argamula o viborera (Echium vulgare) es muy abundante en la finca, donde forma parte de los extensos pastizales primaverales. En los años favorables tiñe el territorio con su característico color morado. Especie clave para las poblaciones apícolas.

  El aro (Arum italicum) vive en zonas frescas. Era frecuente en los antiguos veguetones de la rivera, hoy ocultos bajo las aguas del pantano. Con suerte, en la actualidad puede observarse en las “alamedas” formadas en el Guanagil alto. La planta y especialmente los frutos, son venenosos.

La colleja colorada (Silene colorata) es una planta anual que puede llegar a sobrepasar el medio metro de altura. En La Jarosa la he podido ver en floración desde finales del mes de enero y principios de febrero, hasta el final de primavera, sobre todo en las cunetas de la carretera.

A la cebolla albarrana (Urginea maritima) se le puede encontrar repartida a lo largo de toda la finca. Presenta la particularidad de que florece al final del verano, en torno al mes de septiembre, y suele ser confundida en este periodo con el gamón.

El cardo (Galactites tomentosa) es una especie presente en herbazales nitrificados sobre suelos secos y con exposición de solana. Debido a estos requerimientos, en la Jarosa es muy frecuente en “Cañajerrá”, “Cuernavacas”, las caras de la “Ciñuela” o en las solanas de “Dos Hermanas” o “Los Naranjos”.

La borraja (Borago officinalis) es una planta que prolifera en suelos donde abundan los restos orgánicos. En La Jarosa suele verse con frecuencia en los bordes de los corrales, en los majadales y en los laterales de la carretera.

En La Jarosa, el gladiolo (Gadiolus illyricus), se encuentra asociado a zonas de matorral, aprovechando los claros con suelos frescos. Solo he podido localizar una población estable en la finca, concretamente en la “Umbría del Quejigal”.

  Muy abundante en La Jarosa, la adelfa (Nerium oleander) es una especie que forma parte del estrato arbustivo de la vegetación de riberas y cauces. Florece en el verano y adorna el paisaje con verdaderas arterias de color rosáceo que destacan en medio del secarral estival.

Especie de prados húmedos, donde puede llegar a formar amplias extensiones, el narciso blanco (Narcissus papyraceus), florece a finales de otoño e invierno. En la Jarosa, y siempre asociado a zonas que conserven un grado mínimo de humedad, se le puede encontrar repartida por toda la finca. 

La peonia o rosa alabardera (Paeonia broteri), aparece en zonas umbrosas como sotobosque de robledales, alcornocales, quejigares, encinares y bosques de ribera. En La Jarosa solo la he localizado en la “Umbría del Quejigal”, en rodales muy puntuales.

La amapola (Papaver rhoeas) es una planta ruderal que se ha asociado a la agricultura desde épocas antiguas. En La Jarosa puede verse sobre en las cunetas de la carretera cuando estas se encuentran protegidas del pastoreo abusivo del ganado.

 
Las lágrimas de la virgen o cascabelitos (Briza maxima), es una gramínea que en la finca se localiza en bordes de caminos y veredas, o bien formando parte de las extensas praderas primaverales.